Búsqueda implacable 3 no existiera si tuviera personajes detectivescos que piensen como personas con un coeficiente intelectual normal o que califiquen para dicho trabajo. Luc Besson, director de Lucy, se caracteriza por escribir thrillers insensatos, pero cuando todo el argumento de una película puede derrumbarse por un bagel y la incompetencia de todo un departamento policial que no puede atrapar a un solo individuo, el resultado es meramente hilarante, aunque para las personas que disfrutaron de las dos primeras partes, Búsqueda implacable 3 es solo otro entretenido thriller protagonizado por Liam Neeson.

Estoy seguro que a esta altura las personas detrás de la trilogía de Búsqueda implacable saben lo que le ofrecen a una audiencia que sabe qué esperar. Afortunadamente, Búsqueda implacable 3 no llega al nivel de ridiculez de su antecesora, en la cual vimos a Bryan Mills (Neeson) dándole indicaciones a su hija, Kim (Maggie Grace), para que por medio del sónido de granadas de mano él pueda localizar el lugar donde es mantenido cautivo y escapar. Aun con sus falencias, encuentro a las dos primeras partes como thrillers de acción agradables, pero con Búsqueda implacable 3 ha quedado comprobado que la franquicia ya no da para más.

2.5/5

Búsqueda implacable 3 no existiera si tuviera personajes detectivescos que piensen como personas con un coeficiente intelectual normal o que califiquen para dicho trabajo. Luc Besson, director de Lucy, se caracteriza por escribir thrillers insensatos, pero cuando todo el argumento de una película puede derrumbarse por un bagel y la incompetencia de todo un departamento policial que no puede atrapar a un solo individuo, el resultado es meramente hilarante, aunque para las personas que disfrutaron de las dos primeras partes, Búsqueda implacable 3 es solo otro entretenido thriller protagonizado por Liam Neeson

Estoy seguro que a esta altura las personas detrás de la trilogía de Búsqueda implacable saben lo que le ofrecen a una audiencia que sabe qué esperar. Afortunadamente, Búsqueda implacable 3 no llega al nivel de ridiculez de su antecesora, en la cual vimos a Bryan Mills (Neeson) dándole indicaciones a su hija, Kim (Maggie Grace), para que por medio del sónido de granadas de mano él pueda localizar el lugar donde es mantenido cautivo y escapar. Aun con sus falencias, encuentro a las dos primeras partes como thrillers de acción agradables, pero con Búsqueda implacable 3 ha quedado comprobado que la franquicia ya no da para más.

Bryan Mills continúa disfrutando de su vida siendo un buen padre con Kim e intentando reconectarse con su ex-esposa, Lenore (Famke Janssen), quien está teniendo problemas maritales con su esposo, Stuart (Dougray Scott), quien le advierte a Bryan alejarse de ella para que puedan superar los conflictos de su vida matrimonial. Cuando Lenore es encontrada muerta en su habitación, Bryan es acusado erróneamente de su homicidio, por lo que deberá escapar de las autoridades lideradas por el inspector Franck Dotzler (Forest Whitaker) y descubrir quién es el verdadero asesino para limpiar su nombre.

Entre mayor es Kim, la asfixiante sobreprotección de Bryan crece a pasos agigantados. Estamos hablando de una mujer de más de veinte años que recibe osos de felpa de su padre. Si tu hija ha sido secuestrada, es comprensible ser algo sobreprotector, pero Neeson interpreta a Bryan con tal dulzura que todas las escenas que comparte con su hija son inevitablemente cursis. Si hay algo que no tolero son mujeres que no actúan como tales, y Kim es una que no transmite madurez ante las situaciones que enfrentan sus padres. La caracterización de Grace es precisa, si eso significa hacer de una niña atrapada en el cuerpo de una universitaria. Como actriz hace lo que se le encomienda, pero con su padre en una situación comprometedora hubiese sido reconfortante verla involucrándose más en la acción y menos lloriqueando por la otra línea.

Tras dos películas sabemos de lo que Mills es capaz, pero Búsqueda implacable 3 siente la necesidad de recordarnos todo su historial, probablemente como un recordatorio de lo intocable que es el personaje. Mills podrá ser todo lo que quieran, pero no hay manera que tenga la capacidad de evadir a la justicia con tanta facilidad. Sin importar el apuro que tenga enfrente, de antemano sabemos que de una manera u otra hallará la solución, incluso si eso significa hacer quedar al departamento policial de Los Angeles como unos aficionados. Un thriller como este debería hacer que el pulso de su audiencia acelere, pero con un personaje central tan letal como Mills no existe la noción de peligrosidad a su alrededor.

El francés Olivier Megaton, director de Búsqueda implacable 2, vuelve a tomar las riendas en la dirección, y al tratarse de una película de acción, la edición de Búsqueda implacable 3 debe ser una de las peores que he visto en mi vida. En Búsqueda implacable, Mills fue tras los captores de su hija. En Búsqueda implacable 2, Mills fue blanco del grupo mafioso de la primera película. Búsqueda implacable 3 marca la primera vez que adopta la posición de fugitivo, y con tantas escenas de persecuciones, es imposible divisar un toma que esté bien lograda, y es por lo caótico que es el montaje de Audrey Simonaud y Nicolas Trembasiewicz.

Sería injusto decir que Neeson roba el protagonismo de la película ya que el guión de Besson y Robert Mark Kamen no invierte interés en desarrollar a otro personaje que no sea Bryan Mills. El inspector interpretado por el talentoso Whitaker no adquiere la presencia que debería como la figura de poder con la imposible tarea de llevar a Mills tras las rejas. Búsqueda implacable 3 no ofrece nada nuevo, aunque nunca se propuso aquello.

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