Aunque musicales como estos están al borde del “sólo para fanáticos”, Vamos otra vez tiene todo lo que hizo a su antecesora una experiencia tan vivaz cuando se estrenó hace una década. Desde las hermosas locaciones hasta los números musicales, las canciones y el impecable casting, Vamos otra vez debería complacer incluso a los que nunca han escuchado una canción de ABBA en sus vidas.

3.5/5

Con una cartelera plagada por semanas de continuaciones que no terminaron de convencer – Increíbles 2, Sicario: Día del soldado, Ant-Man and the Wasp –, la música de ABBA vuelve a sonar en las salas de cine en la forma de una precuela y secuela en Mamma Mía! Vamos otra vez, la cual trae de regreso al reparto original con un puñado de interesantes adiciones.

Aunque musicales como estos están al borde del “sólo para fanáticos”, Vamos otra vez tiene todo lo que hizo a su antecesora una experiencia tan vivaz cuando se estrenó hace una década. Desde las hermosas locaciones hasta los números musicales, las canciones y el impecable casting, Vamos otra vez debería complacer incluso a los que nunca han escuchado una canción de ABBA en sus vidas.

Situada cinco años después de la original, Vamos otra vez encuentra a Sophie (Amanda Seyfried) esperando su primer hijo mientras prepara una gran fiesta de reinauguración del hotel que heredó de su madre, Donna (Meryl Streep), en la isla Kalokairi. En 1979 conocemos a una joven Donna (Lily James) con toda la intención de viajar alrededor del mundo. Y es entre todos esos viajes que conoce a sus amantes, Sam, Harry y Bill (Jeremy Irvine, Hugh Skinner y Josh Dylan interpretan a las versiones del pasado mientras que Pierce Brosnan, Colin Firth y Stellan Skarsgård a las del presente). Con Sky (Dominic Cooper) en Nueva York y una tormenta que amenaza la reinauguración, Sophie, acompañada por las amigas de Donna, Tanya (Christine Baranski) y Rosie (Julie Walters), descubre cosas del pasado de su madre mientras ella se prepara para ser una.

Puede que Meryl Streep brille por su ausencia – sólo vemos a la veterana actriz por medio de fotos, una escena de cara al final y un número musical durante los créditos – y eso desanime a quienes esperan ver a todos los personajes de regreso, pero la película lo compensa contándonos la historia de Donna antes de arribar a Kalokairi, y ese es uno de los más grandes aciertos del libreto: balancear el relato entre madre e hija en líneas temporales distintas.

A la altura de los números musicales está el fenomenal casting. Usualmente es un apartado no muy reconocido, pero el trabajo de Kathleen Chopin y Nina Gold, las directoras a cargo de encontrar a las versiones más jóvenes de los personajes de Mamma Mía!, es tan bueno que no debería pasar desapercibido.

Aunque una favorita mía como Gimme! Gimme! Gimme! (A Man After Midnight) no sonó en ningún pasaje de la cinta, es díficil no sentirse víctima de la nostalgia cuando suenan temas como Waterloo, Super Trouper, Dancing Queen y hits que no tuvieron espacio en la primera película como Fernando, I Kissed The Teacher y Knowing Me, Knowing You.

No me atraen los musicales, sin embargo, algo que me sedujo de la primera película – además de los lugares de rodaje – fue el compromiso del reparto – incluso de alguien que suena tan mal cantando Pierce Brosnan – durante cada número musical, y eso es algo que se evidencia en este híbrido entre precuela y secuela. Con Meryl Streep presente en espíritu gracias al sólido trabajo de Lily James, Vamos otra vez es todo lo que un seguidor de la primera – y de ABBA – película podría esperar.

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