Inside Out

Hasta ahora, Pixar no ha sido acreedora de lo que se denominaría una ¨animación mediocre¨. El estudio ha tenido desaciertos como Cars 2 y la medianamente aceptable Brave, pero con Inside Out, estrenada fuera de competición en Cannes, podemos avalar que Pixar ha regresado a sus días de gloria de mano de un director que les ha atribuído la distinción de ser el estudio con el modelo a seguir, Peter Docter.

Aunque Inside Out no es la animación más grandiosa de Pixar, definitivamente es una de las más ambiciosas y elaboradas en las que ha trabajado. Está de más comentar que, al menos en el caso del estudio, su enfoque siempre ha estado expandido a una audiencia adulta, y para retratar de la forma más vívida posible una animación tan cerebral y madura como ésta, era necesario contar en la dirección con Docter, artífice de la animación más honesta de Pixar, Up.

Riley (Kaitlyn Dias) es una niña de once años que debe dejar su perfecta vida en Minneapolis para lidiar con el estrés de reacomodarse junto a su familia en San Francisco por el nuevo trabajo de su padre (Kyle MacLachlan), y asistir a una nueva escuela, donde deberá hacer nuevas amistades. Dentro de su mente habitan cinco emociones: Felicidad (Amy Poehler), Tristeza (Phylis Smith), Miedo (Bill Hader), Ira (Lewis Black), y Asco (Mindy Kaling), quienes deberán hacer la vida de Riley más feliz y tratar con todos los problemas que complican a una niña de su edad.

Inside Out

Inside Out es el mejor largometraje de Pixar desde Toy Story 3, pero reiteraría diciendo que es el más maduro desde Up. El estudio se ha caracterizado por su imaginación y derroche de ingenio, pero desde el 2011 sus animaciones habían carecido del punch emocional que ha delineado a sus pasadas realizaciones. Después de un par de tibias entregas que no tienen mucho que decir, Inside Out irrumpe en la escena como una animación revolucionaria.

No es coincidencia que Pixar haya fijado a Docter como director. Admiro a Up por ser una animación que no es condescendiente con su audiencia. Técnicamente, es una película para niños, pero eso no quita que no pueda tener su buena dosis de realismo como el triste y contundente montaje que retrata la relación de toda una vida de Carl y Ellie. La vida es difícil. No todo debe ser color de rosas, y Pixar lo entiende.

Inside Out

Crecer es complicado, y Riley es buen ejemplo de ello. El guión, co-escrito por Docter, Josh Cooley, y Meg LeFauve, en vez de tratar con los problemas directamente, intenta representarlos desde el interior emocional del personaje, dándonos una idea de cómo las emociones repercuten en las decisiones y cambios de ánimo. Las animaciones de Pixar siempre encuentran material con qué jugar, e Inside Out es todo un parque de diversiones en el que sus escritores han creado un fascinante, colorido y emocional mundo.

El único problema de Inside Out es que Riley y su familia se sienten como pequeñas piezas de un gran rompecabezas. Las emociones son las verdaderas protagonistas de la historia (especialmente Felicidad y Tristeza, dueñas de su propia subtrama). Riley tiene muy poco que hacer más que estar a merced de lo que ellas decidan hacer por ella. Es una forma ingeniosa de aludir que las emociones mantienen control sobre nosotros, pero hace ver a Riley como un recipiente vacío en medio de una trágica pre-adolescencia. Divertida, sentida e ingeniosa, Inside Out es lo mejor que Pixar ha hecho en años.

9/10

CategoríasCríticas