Jurassic World

Después de dos mediocres secuelas, la pregunta era, ¿enserio fueron necesarias las continuaciones de ‘Jurassic Park’‘The Lost World: Jurassic Park’ es la peor película que Steven Spielberg ha dirigido en toda su ilustre carrera, y si un director de su linaje no pudo hacer algo que siquiera pueda merecer llamarse una continuación de la clásica primera entrega, nadie podría.

Han pasado veinte años y el mundo ha cambiado. La diferencia entre las decepcionantes secuelas de Jurassic Park (Jeff Goldblum es quien hace que la segunda sea apenas pasable) y ‘Jurassic World’ del director Colin Trevorrow (realizador del hit independiente, ‘Safety Not Guaranteed’), es que en efecto, Jurassic World tiene algo interesante que decir, y lo hace en la forma de un entretenido blockbuster de verano que reafirma la posición de su actor protagónico, Chris Pratt, como una verdadera estrella en ascenso.

Después de dos décadas, las puertas del parque se abren nuevamente. Zach (Nick Robinson) y Gray (Ty Simpkins) son dos hermanos enviados por sus padres (Judy Greer y Andy Buckley) a vacacionar al parque, donde su tía, Claire (Bryce Dallas Howard) es una de las encargadas. Para ofrecer nuevas atracciones, los genetistas que trabajan en el laboratorio del Dr. Henry Wu (BD Wong) crean un híbrido extremadamente inteligente que escapa de su cautiverio, poniendo en peligro a los más de 20.000 asistentes del parque y a los sobrinos de Claire, quien deberá recurrir a la ayuda de Owen (Chris Pratt), un domador de velociraptor, para salvar el día.

Jurassic World

Jurassic World es la versión blockbuster del aclamado y conzientizador documental animal, ‘Blackfish’. De las cuatro películas, temáticamente hablando, y con todo el respeto que Spielberg merece, Jurassic World es la más enriquecedora de todas. Si bien se pudo haber dependido de la ferocidad de una especie prehistórica y desarrollar el conflicto a partir de ahí, el guión co-escrito por Trevorrow, Rick Jaffa, Amanda Silver, y Derek Conolly alude a que la hostilidad animal se da a causa de la privación de su libertad.

Lo ¨asesina¨ en el nombre ¨ballena asesina¨ está de más. Simplemente es un animal enojado por estar encerrado en dimensiones limitadas. Aunque siento que me estoy desviando un poco del tema, lo que quiero dar a entender es que de eso es de lo que Jurassic World está hablando, y por eso es bastante similar a Blackfish en su discurso, el cual también se extiende a la explotación de ambiciosas corporaciones y a los científicos jugando a querer a ser Dios creando un híbrido que asombre a las audiencias, ya que como el personaje de Vincent D´Onofiro dice, “los animales extintos no tienen derechos.”

Jurassic World

Aunque Spielberg regresa nuevamente como productor ejecutivo, Trevorrow, y en parte gracias a un fantástico score de Michael Giacchino (disimula magníficamente la ausencia del veterano John Williams, compositor de las primeras dos películas), ha logrado lo que ni el propio Spielberg pudo hacer con The Lost World: reincorporar el tono del clásico de 1993. Durante Jurassic World, siempre hay una sensación de asombro y grandiosidad, y es porque al igual que las personas que asisten al parque dentro de la película, queremos ver cuánto ha cambiado y por supuesto, las nuevas atracciones, como el Mosasaurus.

Jurassic World es una experiencia divertida, pero por momentos no sabe qué película ser. Es entretenido seguir a Zach y Gray mientras recorren el parque, pero, a pesar que ambos personajes son una excusa para que el guión pueda expandir el lugar y mostrarnos qué hay de nuevo, eso no quiere decir que no merezcan sus propias storylines, ya que las tienen. Quisiera hablar de ellas, ya que le brindan profundidad dramática a la película, pero no lo haré para evitarles un spoiler.

Jurassic World

De otra mano, tenemos la storyline entre Owen y Claire. El guión del film parece haber querido contar dos historias en una. Si Zach y Gray nos muestran el lado ¨atractivo¨ del parque que se le vende a sus asistentes; Owen, Claire y otro grupo de personajes nos muestran los intereses y la política que existe detrás de su reapertura.

En Jurassic World, Trevorrow ha logrado encapsular comentario social y acción incesante que evoca a un juego del gato y el ratón, para una película superior desde donde se la mire a las dos anteriores entregas. Ah, por cierto, Chris Pratt es una verdadera estrella.

8/10

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