Neigbors 2

Cuando una película no es realmente necesaria buscará cualquier tipo de pretexto para sentir que lo es. Neighbors fue una de las comedias mejor escritas del 2014. Su final fue satisfactorio y no dejó cabos sueltos. Sus personajes habían quedado en buenos términos, y realmente no se veía material para una continuación. Pero aquí estamos, hablando de su innecesaria secuela, Neighbors 2: Sorority Rising.

Neighbors sostiene algo en común con The Hangover, además de continuaciones que no añaden nada: premisas que sólo funcionan una vez. Es creíble que una fraternidad universitaria le haga la vida imposible a una pareja, pero que pase otra vez, no tanto. Pero ese no es el problema más grande de Neighbors 2. La película es consciente de lo insustancial que es, y por eso remplaza buenas risas con humor “políticamente correcto” y básico. Dónde la película cae es en querer ser una crucifixión del “sexismo” y una celebración fallida del feminismo. Y tengan en cuenta que seguimos hablando de una comedia de Seth Rogen.

Con un bebé en camino, Mac (Rogen) y Kelly (Rose Byrne) esperan vender su hogar para mudarse a una espaciosa casa que compraron en los suburbios. Según su contrato inmobiliario, los compradores tienen hasta treinta días para decidir si compran la casa o no. Los problemas para Mac y Kelly resurgen cuando una hermandad, liderada por Shelby (Chloë Grace Moretz), se muda a la casa de al lado. Mac y Kelly saben que las fiestas de la hermandad imposibilitarán su oportunidad de vender la casa, por lo que con la ayuda de su antiguo vecino/archirrival fiestero, Teddy Sanders (Zac Efron), deberán idear una forma para expulsar a Shelby y compañía del tranquilo vecindario.

Neighbors 2

Para ser una “raunchy comedy”, los personajes de Neighbors están sorprendentemente bien escritos. Volviendo a ver la película antes de ver su secuela, me di cuenta qué tan difícil es toparse con personajes tan humanos con problemas reales en comedias así de vulgares. Mac y Kelly intentan ser padres responsables, pero no quieren ser una pareja anticuada que no se divierte o consume drogas. Teddy disfruta siendo el líder de la fraternidad, pero está consternado porque ha descuidado sus estudios. Estos son problemas inusuales en una película que enfrenta a una pareja con una fraternidad, y por eso, y el trato dado a los personajes, es que Neighbors es una gran comedia. Lo mismo no se puede decir de su continuación.

Neighbors 2 es una secuela que no hacía falta. Es un film que siente la necesidad de ser “relevante” siendo “políticamente correcto”, lo cual afecta la calidad del humor. Esta continuación no sólo es un recalentado de la primera película (fraternidad no deja dormir a pareja. Pareja conspira contra fraternidad. Fraternidad contraataca. Pareja pone en contra a la fraternidad. Fraternidad hace lo mismo. Y así sucesivamente), es una comedia que irrita en su exhaustivo discurso sobre la desigualdad de género.

Neighbors 2

Si la primera película funcionó fue en parte por Zac Efron (hace ocho años no imaginaba decir algo así). Su personaje estaba bien trabajado. Era una especie de idiota, pero un idiota querible, con sentimientos y ambiciones. Lo peor de Neighbors 2 es Shelby, el personaje de Moretz. Una especie de antisocial sin amigas o vida sexual que funda una fraternidad porque no está de acuerdo con el trato denigrante que reciben otras estudiantes en fiestas más salvajes.

Entre constantes acusaciones de sexismo, desigualdad de género, celebración del feminismo, y hacer a un personaje masculino gay (uno de los antiguos miembros de la hermandad de Teddy), Neighbors 2 pretende ser más astuta de lo que realmente puede ser. La película tiene sus momentos, y es agradable ver a personajes del primer film de regreso, pero verla es tan irritante como ver a Chris Rock conduciendo el Oscar. Neighbors 2 es una decepción total.

5/10

Neighbors 2 - Póster

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