Habiendo visto la mayoría de películas nominadas al Oscar, puedo decir con toda seguridad que Selma es de las muy pocas con un auténtico pedigrí de una realización merecedora de una nominación. En este año hemos tenido una verdadera ola de películas autobiográficas, como La teoría del todo y The Imitation Game — no cito Francotirador porque consideró que sí habló en alto de la figura que retrata —, las cuales prefirieron girar en torno a los problemas de sus protagonistas que en sus protagonistas en sí.

Para variar, y con tanta biopic desenfocada, es bueno ver la memoria de una figura tan influyente e inspiradora como Martin Luther King Jr. ser honrada en lo que podríamos considerar como la película más desestimada del año. Por primera vez la directora Ava DuVernay, quien con apenas un par de documentales y un episodio del drama Scandal entre sus créditos, ha logrado en su debut como tal moldear un film que se desarrolla a fuego lento pero que nunca pierde su intensidad en momentos claves.

4/5

Nota: el Festival del Oscar se lleva del 6 al 11 de Febrero en cines selectos.

Habiendo visto la mayoría de películas nominadas al Oscar, puedo decir con toda seguridad que Selma es de las muy pocas con un auténtico pedigrí de una realización merecedora de una nominación. En este año hemos tenido una verdadera ola de películas autobiográficas, como La teoría del todo y The Imitation Game — no cito Francotirador porque consideró que sí habló en alto de la figura que retrata —, las cuales prefirieron girar en torno a los problemas de sus protagonistas que en sus protagonistas en sí.

Para variar, y con tanta biopic desenfocada, es bueno ver la memoria de una figura tan influyente e inspiradora como Martin Luther King Jr. ser honrada en lo que podríamos considerar como la película más desestimada del año. Por primera vez la directora Ava DuVernay, quien con apenas un par de documentales y un episodio del drama Scandal entre sus créditos, ha logrado en su debut como tal moldear un film que se desarrolla a fuego lento pero que nunca pierde su intensidad en momentos claves.

Después de recibir su premio Nobel por la Paz y un atentando racial que acabase con las vidas de cuatro pequeñas niñas en una iglesia baptista, Martin Luther King Jr. (David Oyelowo) intenta persuadir al Presidente Lyndon B. Johnson (Tom Wilkinsnon) de firmar un decreto que finalmente le conceda a las personas negras el derecho al voto. Sin éxito alguno en sus varios intentos de hacer que Johnson reconozca los derechos de las personas de color, por medio de una manifestación pacífica, King le sugiere a sus seguidores marchar desde la calle Selma hasta Montgomerry en una caminata de 80 km en una forma de protesta no violenta contra la represión segregacionista que excluye a los negros de cualquier tipo de votación.

Selma es una película indignante. Es una versión de la grandiosa 12 años de esclavitud sin la violencia o el sadismo de las personas que la practican. Lo que cambió la historia de para las personas de color en los Estados Unidos fue la forma pacífica, y un tanto provocadora, de las protestas lideradas por King. En Selma hay violencia, y aunque nunca cruza los crudos limites a los que 12 años de esclavitud se permitió llegar, el mensaje llega bastante claro y con el mismo estremecedor nivel.

En más de una ocasión puedo decir que mis ojos estuvieron apunto de humedecerse, y es gracias a la impresionante caracterización de un revelador David Oyelowo, acreedor de una de las mejores interpretaciones del año, que podemos sentirnos identificados con su lucha. Lo de Oyelowo no se lo puede resumir en un par de líneas. Es el mejor trabajo que ha realizado en su poco reconocida carrera, y honestamente, dudo que pueda volver a llegar a este nivel, no por su capacidad como actor, sino porque no tendrá la oportunidad de darle vida nuevamente a un líder como Martin Luther King.

El guión escrito por Paul Webb y DuVernay, quien no recibió crédito por redactarlo a pesar de su contribución, hace que las situaciones del film se desenvuelvan con cierto letargo, pero las actuaciones son tan buenas que lo único que queremos ver es cómo se termina desarrollando la escena. Oyelowo es sensacional como King, pero Carmen Egojo como su esposa, Coretta, no se queda atrás dándole vida a una mujer al borde del colapso. Cada personaje de Selma está contrariado, ya sea con King peleando por los derechos civiles de las personas de color, su esposa lidiando con amenazas diarias de muerte, o Johnson en una encrucijada política y social.

Selma puede pecar de lenta, y por momentos lo es, pero cuando llegamos a las manifestaciones pacíficas es cuando se libera toda la tensión, y eso demuestra el tipo de suspenso construido por el guión de Webb, algunas de las hermosas tomas logradas por Bradford Young, la confiada dirección de DuVernay, y la estelar demostración de talento de un Oyelowo que efectivamente trae a la vida vida todos los ideales que hicieron de Martin Luther King Jr. el memorable líder y activista que fue.

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