X-Men Apocalypse

Para una película con el villano más grande que la agrupación ha enfrentado, X-Men: Apocalípsis, presuntamente la última película que Bryan Singer dirigirá del universo mutante, es una verdadera decepción. Apocalípsis no es X-Men orígenes: Wolverine, pero es una película mediocre en comparación a lo que hemos estado acostumbrados desde que Fox reseteó su universo con Primera generación de la mano de Matthew Vaughn.

Uno de los problemas más grandes de Apocalípsis, sino el más grande, es que quiere abarcar demasiado, y lo sorprendente es que no lo logra ni porque tiene casi dos horas y media de duración. La película pretende cerrar el arco de la nueva trilogía, dar pie a la nueva generación de mutantes, ofrecer una especie de prólogo para la tercera entrega de Wolverine, y seguir al villano titular, Apocalypse (Oscar Isaac), mientras recluta a sus Jinetes para acabar con la humanidad. En un panorama donde el cine superhéroe ahonda en problemáticas importantes, X-Men: Apocalípsis se siente irrelevante.

En el Cairo, el primer mutante de la historia, En Sabah Nur, planea transferirse a un cuerpo más joven con la ayuda de sus fieles Jinetes. Cuando es traicionado en pleno proceso, es puesto a dormir por miles de años. En 1983, despierta de su largo sueño para descubrir que el mundo está repleto de líderes falsos, guerras, y armas nucleares, lo cual lo lleva a reclutar a sus Jinetes para exterminar a la humanidad. Sin embargo, para tener alcance a todos los mutantes más poderosos de la Tierra secuestra a Charles Xavier (James McAvoy). Los X-Men, liderados por Mystique (Jennifer Lawrence), se embarcan en una misión para rescatarlo y salvar al planeta.

X-Men Apocalypse

En teoría, esta trilogía le debería pertenecer a Charles y a Erik (Michael Fassbender). La relación entre ambos personajes fue el punto más fuerte de Primera generación. Es una lastima que nuevamente su arco haya sido pasado por alto para darle más protagonismo a un personaje cuyo destino en la franquicia todavía es incierto, como la Mystique de Jennifer Lawrence. Y si eso no fuera malo de por sí, ésta debe ser la peor caracterización que se le ha dado al personaje. Es evidente que Lawrence no quiere estar en la película. Se entiende que esté fatigada de hacer blockbusters, pero lo que ofrece aquí es una actuación aburrida, plana, y carente de inspiración. Lo de “mutante y orgullosa” se quedó en el pasado, ya que nuevamente Lawrence es Raven por el 95% de la película.

Lo mejor que puedo decir sobre X-Men: Apocalípsis es que no llega a los niveles de Origins: Wolverine, pero tampoco al standard de Primera generación y su continuación, Días del futuro pasado. Apocalípsis es para esta trilogía lo que X-Men: la batalla final fue para la saga original. El cine superhéroe ha evolucionado. Las apuestas no tienen que ser grandilocuentes como antes, pero por algún motivo las películas de X-Men siguen obsesionadas con el fin del mundo en vez de enfocarse en problemas más personales. Como, por ejemplo, darle una conclusión satisfactoria al arco de Erik y Charles.

Michael Fassbender

Lamentablemente, se ha dejado pasar la oportunidad de tener en la película a un villano tan mitológico como Apocalypse y a una nueva generación de mutantes que promete como Jean Grey (Sophie Turner) y Scott Summers (Tye Sheridan). Puede que sea molesto ver a Lawrence actuar en piloto automático y con desinterés, o que los efectos especiales no luzcan terminados, pero lo peor es el desastroso guión de Simon Kinberg.

El guión de Kinberg va a todos lados presentando a nuevos mutantes, pero se queda estancado con los que ya conocemos. Erik está llevando una vida tranquila viviendo en un poblado polaco con su familia, pero nuevamente recibe una probada de la maldad del hombre, y por eso se une a las filas de Apocalypse para acabar con el mundo. Mystique, quien inexplicablemente se ha convertido en un ícono de inspiración para la juventud (ustedes saben, por ser captada en cámara intentando asesinar a Richard Nixon), continúa divagando por el mundo ayudando a mutantes. Con la excepción de Charles, ninguno de estos personajes ha evolucionado en lo absoluto desde Días del futuro pasado.

X-Men: Apocalypse

El remedo escrito por Kinberg recoge la misma mala costumbre del guión de la película del 2000 que lo inició todo: sobrexposición. Apocalípsis tiene un comienzo sólido, aun cuando se percibe que la narrativa está tropezando, pero es irritante ver cómo los personajes son sobrexpuestos para que podamos conocer sus poderes.

Si Apocalípsis tuviera un villano bien trabajado y no uno genérico con ambiciones caricaturescas, la película no se hubiese sentido como un retroceso a lo que el cine superhéroe está logrando. La nueva generación de mutantes promete, especialmente la relación entre Jean y Scott, pero las próximas películas de X-Men necesitan de una visión fresca y un nuevo guionista.

5/10

X-Men: Apocalypse - Póster

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