Estrenada en el Festival Internacional de Toronto, podríamos decir que Hasta que la muerte los juntó es la realización más seria de Shawn Levy, director de films familiares como Más barato por docena, La pantera rosa, Gigantes de acero y comedias de medio pelo como Recién casados y la terrible Aprendices fuera de la línea, por lo en su primera incursión al cine cómico con destellos dramático el resultado es mejor de lo que se esperaba, y en gran parte todo se lo debe a un elenco estelar con Jason Bateman a la cabeza.

3.5/5
Estrenada en el Festival Internacional de Toronto, podríamos decir que Hasta que la muerte los juntó es la realización más seria de Shawn Levy, director de films familiares como Más barato por docena, La pantera rosa, Gigantes de acero y comedias de medio pelo como Recién casados y la terrible Aprendices fuera de la línea, por lo en su primera incursión al cine cómico con destellos dramático el resultado es mejor de lo que se esperaba, y en gran parte todo se lo debe a un elenco estelar con Jason Bateman a la cabeza. Con un reparto donde encontramos a una peso pesado del género como Tina Fey, una estrella en pleno acenso como Adam Driver — increíble aquí —, y una veterana como Jane Fonda, Levy no podía desaprovechar la oportunidad de trabajar en algo enriquecedor con un envidiable elenco, donde también hayamos los nombres de Corey Stoll, Connie Britton, Kathryn Hann, y por último, Rose Byrne, quien validad su capacidad a la hora de trabajar en comedias. La transición de Levy fluye naturalmente, pero el guión de Jonathan Tropper — autor de la novela en la que se basa el film — ofrece inesperadas líneas y situaciones un tanto salidas de tono para lo que realmente representa la esencia de la película.
Después de la muerte del patriarca de la familia, cuatro distanciados hermanos deben volver a reunirse con su madre (Fonda) por toda una semana en el hogar donde crecieron para cumplir con su última voluntad: practicar el shiva, una tradición del hinduismo donde los miembros de una familia deben estar en luto por una semana. Sin estar al tanto de la vida del otro, cada uno llega a casa agobiado por sus problemas. Judd (Bateman) descubre que su esposa lo engaña con su jefe; Wendy (Fey) tiene problemas maritales; la esposa de Paul (Stoll) es estéril; y Phillip, bueno, podríamos decir que la vida le ha sonreído, pero su inmadurez le trae problemas con su novia, Tracy (Britton), una terapista. En la semana que permanecerán juntos deberán aprender a sobrellevar sus problemas mutuos y personales y superar el dolor por la perdida de su padre. Todas las realizaciones de Levy se han caracterizado por tener su estampa familiar, y Hasta que la muerte los juntó es probablemente la película más directa en cuanto a temática se refiere. Levy ha pasado de dirigir films orientados para familias a dirigir uno sobre una, y aunque triunfa agradablemente dirigiendo lo que es gradualmente su primer drama, no se aleja totalmente de lo que ha hecho durante los últimos 15 años: comedias. Sin embargo, hay varios momentos cuando la película llega demasiado lejos, y no lo digo por algunos gags hechos sobre los nuevos implantes del personaje de Fonda. Como hermanos, los cuatro comparten química, aunque hubiese deseado que las historias de los demás lleguen al mismo nivel de profundidad que la de Judd, quien mantiene un conflicto personal con su padre que nunca es realmente explorado. Es tan fácil sentirse relacionado con Judd, y eso sucede gracias a la presencia de Bateman en pantalla, un actor con el cual es sencillo identificarse aun por más estúpida y poco creíble que sea la situación. La idea de la reunión de la familia por la muerte de su padre pasa al segundo plano cuando cada uno de los personajes está más concentrado en resolver sus problemas personales e intentar no matarse entre sí mismos en el proceso. No estoy haciendo ningún descubrimiento monumental, pero uno de los puntos más altos del film es Adam Driver. De todos los intérpretes que comparten escenas junto a Bateman, es él quien realmente sobresale, y no solo eso, es capaz de hacer funcionar un guión que no hace mucho con los personajes además de hacer un contorno de sus personalidades. Conocemos sus problemas, pero nunca hay una sensación de resolución o que todo a partir de su reencuentro vaya a cambiar. El verdadero problema de Hasta que la muerte los juntó es el guión de Tropper. Todos los personajes son arquetipos que ya hemos visto una y otra vez. Desde el hermano responsable interpretado por Stoll hasta el imprudente de Driver que llega al funeral de su padre en su convertible a todo volumen y el desafortunado de Bateman, víctima de la infidelidad de su eposa. Son los actores quienes transforman a estos personajes y en efecto los hacen sentir como personas con verdaderos problemas. Hasta que la muerte los juntó sabe compensar su flojo guión con el talento de su reparto.
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