4/5

Tom Hardy no estaba equivocado cuando dijo que Mad Max: furia en el camino era un híbrido entre el Cirque du Soleil y Slipknot. Treinta años después del estreno de Mad Max: más allá de la cúpula del trueno, el creador de la franquicia, George Miller, regresa detrás de cámaras para ofrecernos un blockbuster como ningún otro. Películas como Furia en el camino no las hay muchas. Por cada alargada secuencia de acción, el guión de Miller, Brendan McCarthy y Nico Lathouris logra nivelar las revoluciones de un film que siempre tiene el impulso de pisar el acelerador y no soltarlo jamás. 

Con Furia en el camino no sólo tengo la impresión que Miller ha creado una película muy superior (a nivel técnico) a las anteriores, sino que ha demostrado que la mentalidad de las películas de acción puede ser diferente teniendo personajes femeninos igual de fuertes que los masculinos. Furia en el camino quiere hablar de la igualdad de género, pero esa es el arma de doble filo que termina afectando a una película que casi tiene olvidado a su protagonista.

En un futuro no muy lejano donde no existe esperanza y sólo un paisaje desolador encontramos a Max (Hardy), un hombre atormentado por no haber podido salvar a su familia. Max es capturado por los seguidores de Joe Inmortal (Hugh Keays-Byrne), un dictador que raciona el agua para mantener el control sobre las empobrecidas masas. Trabajando para Joe hayamos a Imperator Furiosa (Charlize Theron), quien desobedece sus ordenes de recolectar gasolina para ayudar a escapar a un grupo de desamparadas mujeres (las esposas de Joe). Max se cruza en su camino, por lo que ambos acceden a trabajar juntos para lograr salir con vida del desierto.

Fury Road es una de las películas más feministas que he visto en toda mi vida. Aunque es del buen feminismo del que estamos hablando aquí. Hay películas como La última noche (Massy Tadjedin, 2010) donde los hombres son los grandes culpables de cualquier relación sentimental fallida. Furia en el camino es feminista en el sentido de que tiene personajes femeninos igual de sólidos que los masculinos. Hay momentos en los que Max salva a Furiosa, pero ella también le devuelve el favor. Nadie es más que nadie en esta película.

Miller conoce el profundo problema que Hollywood tiene con la igualdad de género, y es por eso que su guión también explora temas como la monogamia, el valor de las mujeres, y su liberación del yugo del hombre dominante. Theron como Furiosa es tan creíble que siempre parece que le va a quitar el protagonismo a Hardy, quien con su acertada caracterización como el silencioso Max le hace justicia al de Mel Gibson como un hombre que siempre no tiene mucho que decir.

Está bien que Miller quiera tener personajes dominantes como Furiosa y las mujeres que la acompañan (Rosie Huntington-Whiteley, Zoë Kravitz, Courtney Eaton, Abbey Lee, y Riley Keough), pero el único perjudicado termina siendo Max. Sabemos que vive atormentado por haber sido incapaz de salvar a su familia (esto es un reboot, pero aparentemente Miller espera que al menos las personas hayan visto la primera película de 1979), pero su conflicto interno es tratado apenas por la superficie, y Max nunca enfrenta a sus demonios, se ha acostumbrado a vivir con ellos, lo cual no le da mucho que hacer al personaje.

Quien mueve la historia por una motivación real (liberar a las mujeres de su ¨dueño¨ y llegar a un lugar habitable) y quien se siente como la verdadera protagonista es Furiosa. Max es solo una persona (diría piedra, pero no es un obstáculo) que se ha cruzado en su camino, lo cual hace que su presencia en el film sea meramente circunstancial. De hecho, Max no muestra interés por vivir. Lo único que lo mantiene con vida es su deseo de ayudar a Furiosa y a las demás.  Furia en el camino se siente como el paso de una antorcha, y su final lo constata.

Para una película con el nombre ¨Furia en el camino¨ es increíblemente centrada. Algunas de las espectaculares secuencias se extienden por más de diez minutos (no tendría problema si lo hicieran por más tiempo), pero si la película no tuviera personajes reales no nos importaría qué tan fatídicas sean las persecuciones. De ser así, estas escenas sólo ganarían nuestra admiración, más no nuestra preocupación por las personas involucradas en ellas.

Esta es una muy buena performance de Hardy. No tiene que decir mucho para que sepamos que es un hombre que vive atormentando, aunque creo que es poco probable que pueda superarse a sí mismo después de Bronson. Theron inspira bastante credibilidad, pero la verdadera sorpresa es Nicholas Hoult. El maquillaje en él no es lo que hace el trabajo. Parece ser el único actor que se divierte dentro de la naturaleza de una película que le da una nueva y terrorífica definición a lo distópico.

Estén seguros de algo, Furia en el camino es una verdadera, emocionante, y única locura. “Las personas han perdido la cabeza,” dice Max al inicio de la película, y después de escucharlo y ver a Joe racionar depravadamente el agua, es normal que cualquier persona pierda sus estribos en un mundo donde se ha perdido el control y se dé lugar a la ridiculez. Ésa es la naturaleza de Furia en el camino, y es perfectamente bienvenida.

Con la espectacular acogida que el film ha recibido en Cannes, fuera injusto que la Academia no reconozca la increíble labor de Miller detrás de cámaras. La Academia tiende a mirar a cintas como éstas por debajo del hombro, pero Furia en el camino es algo tan único que no merece ser pasado por alto por ser una película de género.

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