“El organismo perfecto. Su perfección estructural sólo igualada por su hostilidad. Un sobreviviente. Admiro su pureza, su sentido de supervivencia; despejada de conciencia, remordimiento, o percepciones de moralidad.” – Ash (Ian Holm), sobre el Alien.
Alien: El octavo pasajero, estrenada hace 37 años, no es cualquier película. Es la película. Influenciada evidentemente por la obra maestra de Stanley Kubrick, 2001: Odisea en el espacio, en su época de estreno fue reconocida por algunas personas como “Tiburón en el espacio”. Pero la atención que Alien recibiría no terminaría ahí.
Han pasado casi cuatro décadas desde que se proyectó en los cines, y su impacto sigue más vivo que nunca. El film no sólo puso en el mapa el nombre del ahora legendario director Ridley Scott, sino también el de Sigourney Weaver como la Reina de la ciencia ficción y una de las actrices en haber interpretado a uno de los personajes femeninos más celebrados de la historia del cine.
El legado original de Alien se expandió hasta 1997, cuando el director de Amelie, Jean-Pierre Reunet, tomó las riendas de la que iba a ser la última entrega de la deteriorada franquicia. Adelantándonos 15 años, Ridley Scott regresaría al universo que él creó con la pseudo-precuela de Alien, Prometeo. Ahora han transcurrido cuatro años desde su estreno, y Scott ha reactivado su interés por regresar al denso y enriquecedor universo del cual tan poco conocemos.
Ash, decapitado
Con tres continuaciones de Prometheus confirmadas (la primera se llamará Alien: Convenant. Ya está en producción y llega a los cines a finales del próximo año) y una continuación directa a ser dirigida por Neil Blomkamp (Distrito 9) con Weaver regresando al protagónico (se rumorea que esta película ignorará los eventos de Alien 3 y Alien: Resurection), es probable que la franquicia vuelva a ser rentable. Por ello, hoy, 24 de Abril (referencia al planeta que aparece en la primera película: LV-426), se celebra el “Día de Alien”, una celebración de 24 horas donde se conmemora la historia de la saga.
Alien podrá ser recordada como una de las pocas películas de horror en ser considerada por la Academia (recibió dos nominaciones al Oscar, pero sorpresivamente, no fue tomada en cuenta en las categorías de Mejor Director y Mejor Cinematografía), pero es innegable que ha aprobado la prueba del tiempo en gran parte por la fantástica performance de Weaver como Ellen Ripley, la tercera oficial de la tripulación de la nave Nostromo. Se sabe que a Scott le gusta que sus films sean protagonizados por mujeres fuertes, y aunque Ripley merece ésa distinción, no es sino hasta el final del film cuando la adopta.
Alien es una película de horror precisamente dirigida. Es lo mejor que Scott ha hecho como director. El trabajo de cámara es magistral, y es el ejemplo idóneo de cómo generar buen suspense y componer tomas. Pero cuando veía (por quinta vez, si no me equivoco) la película la noche de ayer, no pude evitar notar su fuerte subtexto sexual, lo cual denota también cómo los hombres de la nave siempre quieren estar por encima de Ripley. Ya sea con cursilería media morbosa (Parkert y Brett), ordenes de superiores (Dallas), o menosprecio (Ash).
La extraña forma en la que Ash pretende asesinar a Ripley.
Ya se ha notado que la manera en la el Alien asesina es bastante sexual (por lo general, cuando el Alien está en su forma completa, penetra a sus víctimas por detrás. Cuando es un “Chestbuster”, la fase secundaria, lo hace por medio de una penetración interna), pero no es ahí donde la temática sexual empieza. En el guión había una escena donde Dallas y Ripley tenían sexo para abastecer sus ganas, pero se decidió no grabarla (Scott retomó la idea y la usó en Prometheus). Podríamos decir que el reemplazo de esa escena viene en la forma de la confrontación entre Ripley y Ash, androide infiltrado en la nave por Weyland para proteger a la criatura de los tripulantes del Nostromo. Ash es un androide fuerte, y se requirió de dos personas para evitar que asesine a Ripley, pero es el modo en que pretende asesinarla lo que más llama la atención. ¿Por qué no estrangularla normalmente?, es la pregunta más normal que se viene a la cabeza. Para intentar quitarle la vida, Ash enrolla una revista (probablemente pornográfica; en el fondo donde se desarrolla la escena hay afiches de mujeres desnudas), e intenta insertarla en su boca, lo cual puede ser interpretado como una metáfora de cómo el sexo oral (practicado de tal forma) puede denigrar a una mujer.
Reebok pondrá a la venta de manera limitada los sneekers especiales que Ripley usó en Aliens: El regreso, dirigida por James Cameron
El legado de Alien se extiende más que el de una película con mucho subtexo sexual (incluso las imágenes de las escenas de Sigourney Weaver en ropa interior se popularizaron después del estreno del film). Es de los pocos trabajos de horror y suspense que pueden ser efectivos sugiriendo la amenazante presencia de una criatura que no aparece en pantalla sino hasta cuando va una hora de película. No por nada se la comparó mucho con Jaws después de su estreno.
Alien es un clásico indiscutible del cine, y qué bueno que ya tenemos un día para celebrarlo.