Amada y odiada en igual medida, Solo Dios perdona dio bastante de qué hablar luego de su ajetreado paso por el Festival de Cine de Cannes en 2013.
Diez años después, su director, Nicolas Winding Refn, ha reflexionado sobre la respuesta que recibió la película en el festival. Y es la única respuesta que se podría esperar del provocador danés.
“El propósito del arte es violarte”, dijo el realizador de 52 años en una extensa entrevista con Indiewire. “El punto es llegar a sentir algo, especialmente hoy en día cuando cada vez es más y más difícil hacerlo. Siempre me he interesado más por los extremos que por lo que está en el medio”.
Estelarizada por Ryan Gosling como un boxeador expatriado en Bangkok que se mide cara a cara con el mismísimo Dios (interpretado por Vithaya Pansringarm), la cinta fue ridiculizada y abucheada durante su proyección en Cannes, donde compitió por la Palm d’Or.
En 2013, Winding Refn sostuvo en entrevistas que si odias tanto algo, al final lo acabas amando. Una década después, su percepción se ha mantenido inalterada.
“Creo que disfruté las reacciones de todos, porque si bien habían abucheos, también habían aplausos, y creo que si alguna vez fueras a definir lo que es el éxito, lo cual es muy difícil hoy en día porque, ¿qué significa eso siquiera? Pero ciertamente creo que el éxito es cuando alguien odia algo tanto, y otra persona lo ama, y están uno al lado del otro. ¿No es de lo que eso se trata?
Desde el estreno de Solo Dios perdona, Winding Refn dirigió The Neon Demon y la series Too Old to Die Young para Amazon y Copenhagen Cowboy para Netflix.