El veterano cineasta Terry Gilliam debe ser uno de los realizadores con la peor suerte del mundo. El director de clásicos como 12 Monkeys y Brazil no sólo experimentó que el rodaje de una de sus películas — The Imaginarium of Doctor Parnassus — sea paralizado indefinidamente por la muerte de su protagonista — Heath Ledger —, sino que el rodaje de un proyecto pasional suyo, Don Quixote, haya sido cancelado en plena etapa de producción. Sin embargo, eso cambiará, ya que su adaptación ya ha recibido una nueva fecha de inicio de grabación.
Desde 1998 Gilliam intentó levantar del suelo esta adaptación, llamada en ese entonces The Man Who Kill Don Quixote y ha ser protagonizada por Johnny Depp (ya había trabajado con Gilliam en Fear and Loathing in Las Vegas) y el actor francés Jean Rochefort como el titular Don Quijote.
Resumiendo la problemática historia, líos de presupuesto, de producción, y una lesión que Rochefort (en ese entonces de 70 años) sufrió en el plato obligó a que la producción de la película se cancele, aun cuando Gilliam ya había rodado algunas escenas.
Todo el problema fue recopilado en el grandioso documental, Lost in la Mancha, en el cual se muestra el entusiasmo de Gilliam por adaptar la historia al cine y todas las complicaciones que el equipo de producción sufrió mientras se grababa en España hasta que se llegó a la decisión de cancelar el rodaje.
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16 años después, Gilliam, de 75 años, en su octavo intento de llevar el personaje al cine, está cerca de lograrlo ya que se ha confirmado que la filmación de Don Quixote comenzará en Octubre con Adam Driver en el rol central.
La premisa será bastante diferente a la original, y se puede decir que será una película muy personal para Glliam ya que en film, Driver interpretará a un joven cineasta que regresa a la aldea donde alguna vez grabó una adaptación de Don Quixote, sólo para volver a ser atormentado por los problemas de aquella producción.
Con el rodaje a darse en Octubre y a culminar en Diciembre, se espera que la película llegue a los cines a mediados del 2017. Sólo esperemos que nadie muera para que Gilliam pueda cumplir su sueño en los últimos años que le quedan como cineasta.
