Miss Peregrine's Home for Peculiar Children

Por Julio Fernando Navas

La primera iteración cinematográfica de Miss Peregrine’s Home for Peculiar Children no viene directamente de los más recónditos confines de la imaginación de Tim Burton — así es como se venden la mayoría de películas del director no inspiradas en material literario preexistente —, pero sí es un esfuerzo creativo de parte de un director que no puede reconectarse con su magia.

Al menos en cuanto al live-action se refiere — Frankenweenie fue un hermoso tributo animado en stop-motion a los personajes del cine de horror clásico —, ver el nombre de Tim Burton sobre un encabezado ya no significada nada. Sin embargo, con ésta adaptación el director se luce trayendo a la vida un mundo tan mágico como colorido, aun cuando sufre de un tercer acto sumamente estrepitoso y enredado.

Cuando su abuelo Abe (Terrence Stamp) fallece misteriosamente, Jake (Asa Butterfield), un adolescente común y corriente de Florida convence a sus padres (interpretados por Chris O’Dowd y Kim Dickens) y a su psicóloga (Allison Janney) de que le permitan visitar Gales para descubrir de una vez y por todas si es que las historias de fantasía que su abuelo le contaba cuando era niño son ciertas. Por medio de un libro que su abuelo le obsequió, Jake logra hacer contacto con los niños peculiares, quienes lo llevan al hogar de Mis Peregrine (Eva Green), la cabeza de una morada (bueno, técnicamente una mansión) que alberga a niños y jóvenes con capacidades fuera de lo normal.

Mis Peregrines Home for Peculiar Children

Miss Peregrine’s Home for Peculiar Children no es lo mejor de la factoría de Burton, pero sí es de las películas más vívidas del director, quien viene de una mediana serie de desaciertos desde su hit del 2007, Sweeney Todd: The Demon Barber of Fleet Street. Dentro del espectro de las adaptaciones de novelas para adultos jóvenes, Miss Peregrine se mueve cautelosamente para evitar caer en los baches en los que decenas de otras han caído. Burton no busca complacer a ninguna demografía (es decir, la única de las novelas YA) con triángulos amorosos, torsos desnudos, o finales que prometen acabar con el mundo. Desde esa perspectiva, Miss Peregrine ofrece algo diferente.

Aunque por lo general Burton siempre apuesta por historias góticas y sombrías, Miss Peregrine es una orientación distinta para lo que estamos acostumbrados de él. Es difícil darle todo el crédito a Burton porque a fin de cuentas la película está basada en una novela. Pero el director tiene méritos por la concepción de un mundo mágico habitado por seres con habilidades únicas.

Miss Peregrine's Home for Peculiar Children

A diferencia de sus otras películas, Miss Peregrine posee un tono más ligero, pero eso no evita que Burton ponga su sello y visite lugares que conoce. Cuando no estamos con Jack en los coloridos predios del hogar de Miss Peregrine estamos en un mundo grisáceo en el que sus padres creen que padece de alguna enfermedad mental. Miss Peregrine rescata lo mejor de los dos mundos de Burton.

El guión de Jane Goldman (The Woman in Black) cumple un trabajo sólido presentando a los diferentes niños y sus peculiaridades (desde Emma — Ella Purnell — una adolescente que puede flotar y manipular aire hasta Millard — Cameron King —, un niño invisible) , pero fracasa con un último acto enredado y apresurado. Si los X-Men no existieran el mensaje de Miss Peregrine de que lo diferente no es particularmente malo sería realmente peculiar.

6/10 

Miss Peregrine's Home for Peculiar Children

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