De Asmae El Moudir.

Más que una emulsión sobre gelatina o, en el caso del digital, un complejo proceso electromagnético, el registro fotográfico se presta como evidencia de la existencia misma, de un pasado tangible que trasciende la frágil – y no siempre confiable – naturaleza de la memoria.

Es así, en una suerte de ejercicio catártico, que la realizadora marroquí Asmae El Moudir recrea las vivencias de una niñez fantasma en The Mother of All Lies, una ambiciosa docuficción que propone, a través del uso de figuras de arcilla (perfectas en sus imperfecciones), confrontar el pasado sin necesidad de revivirlo a través del archivo.

El Moudir, directora, escritora, productora, montajista y hasta narradora de la obra, creció en Marruecos bajo la creencia, impuesta por su estricta abuela, Zhara, que colgar fotografías en las paredes es un pecado. Con solo una foto en el bolsillo, – en una playa de Hawaii como fondo, ni mucho menos – El Moudir y su padre construyen una detallada miniatura de su antiguo vecindario que evoca sentimientos y testimonios de lo que fue vivir en un hogar edificado a base de mentiras durante un periodo de violencia y represión social en Casablanca.

Históricamente, la fotografía fija, así como el video de archivo y la voz en off, ha sido uno de los grandes pilares del cine documental, especialmente cuando se abordan temas de un pasado muy distante. Sin ningún sustento fotográfico sobre el cual arrimarse, El Moudir revisita sus memorias a través de figuras de arcilla. Estas manualidades, un recurso ya empleado en The Missing Picture (Rithy Panh, 2013), subrayan la noción del recuerdo como una realidad alterada. 

El Moudir acompaña estas secuencias con música típica y una narración en off que resalta su poderosa poética.

Las porciones en acción real de la película tienen lugar en el viejo almacén donde la directora y su padre reconstruyeron su vecindario. Este espacio se vuelve un punto de convergencia que acoge testimonios y hasta recreaciones (sin el efecto dramático hollywoodense que caracteriza a The Act of Killing) que resulta en una catarsis colectiva para todos los involucrados.

Aunque The Mother of All Lies pueda parecer a momentos un video diario en el que su directora simultáneamente reconstruye y deconstruye vivencias de su infancia, es un poderoso trabajo documental sobre la memoria y el valor perpetuo de la imagen.

The Mother of All Lies se proyecta este viernes 13 de septiembre en Leammle Theaters en Los Angeles, Californiae