Trabajada originalmente bajo el nombre The Cellar, la revelación del avance de Avenida Cloverfield 10 tomó a todos por sorpresa. J.J. Abrams y su compañía de producción lo habían hecho de nuevo, lo cual es admirable ya que mantener algo en secreto es casi imposible hoy en día. Pero, ¿es 10 Cloverfield Lane una buena película? Absolutamente. El film se despliega como un thriller cocinado a fuego lento con un trío protagónico preciso, pero donde falla es en establecer conexiones con los eventos de la primera película.
Así como hay autores que escriben novelas sólo para vender sus derechos y cobrar enormes cheques para que puedan ser trasladadas al cine, hay estudios que sólo piensan en formar universos cinematográficos, incluso si eso significa trabajar en una película para tiempo después cambiarle el nombre y relacionarla a otra que se estrenó hace casi una década. Ese es el caso de Avenida Cloverfield 10, la “pariente sanguínea” del hit found footage del 2008, Cloverfield.
Trabajada originalmente bajo el nombre The Cellar, la revelación del avance de Avenida Cloverfield 10 tomó a todos por sorpresa. J.J. Abrams y su compañía de producción lo habían hecho de nuevo, lo cual es admirable ya que mantener algo en secreto es casi imposible hoy en día. Pero, ¿es 10 Cloverfield Lane una buena película? Absolutamente. El film se despliega como un thriller cocinado a fuego lento con un trío protagónico preciso, pero donde falla es en establecer conexiones con los eventos de la primera película.
Tras una discusión con su prometido (Bradley Cooper presta su voz), Michelle (Mary Elizabeth Winstead) huye despavorida de su hogar sin saber exactamente a dónde dirigirse. En la carretera, su carro es impactado por detrás. Michelle, desorientada, despierta encadenada dentro de un bunker donde es mantenida captiva por Howard (John Goodman), un hombre desequilibrado que cree que el país ha sido víctima de un ataque nuclear, y que por tanto, el aire del exterior es tóxico. Insegura por la inestabilidad mental de su captor, Michelle decide maniobrar su escape junto a Emmet (John Gallangher Jr.), el otro recluso, para descubrir lo que sucede fuera del bunker.
Avenida Cloverfield 10 es de las películas que empiezan con el pie en el acelerador (literalmente, el accidente de Michelle marca la intensidad que se mantiene hasta el final), y aun cuando lo suelta, logra retener un tono impregnado de misterio y claustrofobia gracias a la acertada dirección del debutante Dan Trachtenberg (tiende a sobredramatizar algunas situaciones, pero nada fuera de lo normal) y a la inquietante presencia de Goodman como un hombre que en medio de todo el desastre ve la enfermiza oportunidad de transformarse en una figura paterna para las personas que acogió en su bunker.
Aunque Avenida Cloverfield 10 puede pasar como un thriller dramático de ciencia ficción, la temática paternal del film es bastante fuerte, especialmente por la sólida caracterización de Goodman, quien puede pasar de un buen samaritano a un creyente paranoico de teorías conspirativas en un santiamén, lo cual siempre mantiene la tensión en estado de ebullición, aun cuando los personajes almuerzan o queman tiempo (y hay mucho que quemar) con un juego de mesa.
Si Goodman hace de una inquietante bomba de tiempo, la Michelle de Mary Elizabeth Winstead es su contraparte perfecta. Es una mujer vulnerable, sí, pero siempre está trabajando en la forma de escapar del bunker para descubrir la verdad, incluso si eso significa tener que convencer a Emmet, el comic relief encerrado por voluntad propia, de que Howard no les está diciendo particularmente la verdad.
El único problema de Avenida Cloverfield 10 es el desinterés de conectarse con su antecesora espiritual. No hay guiños a los personajes que conocimos en la primera película. Tampoco referencias hacia lo ocurrido en Nueva York. Por ahí se habla de uno que otro apagón, pero no es suficiente para conectar a las dos películas o para presumir de un parentesco entre ellas. Exceptuando el problema mencionado, Avenida Cloverfield 10 es un thriller bien logrado, escrito y actuado. No podrá conectarse con su antecesora, pero sí lo hace con su audiencia.