Después de poco más de un mes desde su estreno, la primera adaptación cinematográfica de ‘Fifty Shades of Grey’ ha acumulado una recaudación global de casi $560 millones de dólares, y sigue sumando. En menos de dos meses la adaptación ha logrado meterse entre las que serán las películas más taquilleras del año, y a pesar de las evidentes intenciones de Universal Pictures de empezar a trabajar en sus dos secuelas (esperemos que no se les ocurra partir la última en dos), el estudio se ha encontrado con varios obstáculos en su camino.
La escritora de la trilogía, E.L. James, ha demandado (descaradamente) querer escribir los guiones de las dos continuaciones, ‘Fifty Shades Darker’ y ‘Fifty Shades Freed’, a pesar de no tener ninguna experiencia como guionista. Este año vimos un caso parecido con Gillian Flynn, pero comparar ‘Gone Girl’ con Fifty Shades of Grey es un insulto para cualquier lector de buena literatura. Otro problema que los productores están enfrentando es el aumento salarial que Dakota Johnson y Jamie Dornan, los protagonistas de la película, han exigido. Por último, la directora Sam Taylor-Johnson ha decidido no regresar para dirigir ambas secuelas. Más a continuación.
Hablando con Deadline, Johnson confirmó que no volverá para dirigir las continuaciones, aunque no detalla el porqué:
“Dirigir Fifty Shades of Grey ha sido un intenso y hermoso viaje por el cual estoy enormemente agradecida. Tengo que agradecerle a Universal por ello. He forjado cercanas y duraderas relaciones con el elenco, los productores, y el equipo, y especialmente, con Dakota y Jamie. Aunque no regresaré para dirigir las secuelas, le deseo éxito a quien tome las riendas de la segunda y tercera película.”
Los rumores de la salida de Johnson habían circulado desde hace algunas semanas, pero según lo que señala Deadline, todo se debería a diferencias creativas con la autora de las novelas, quien ha presionado al estudio y a los productores para tener control creativo y mantener a sus lectores conformes.