Lo malo: habrán dos películas más de Fifty Shades of Grey. Lo bueno: se grabarán de manera continua, lo cual sólo significa que la franquicia se desvanecerá tan rápido como llegó a los cines. El film, inspirado en la novela de la autora E.L. James (más bien, en Secretary), se hizo de más de $500 millones de dólares en todo el mundo, y por eso Universal Pictures prepara dos secuelas.
Ambas continuaciones no contarán con el regreso de la directora Sam Taylor-Johnson, puesto que durante el rodaje de Fifty Shades of Grey, mantuvo más de una disputa con James por diferencias creativas. Sumado al abandono de la directora, se ha podido conocer que existe animosidad entre Dakota Johnson y Jamie Dornan, las rostros de la franquicia.
De acuerdo a The Wrap, las dos continuaciones, Fifty Shades Darker y Fifty Shades Freed se rodarán de forma seguido, con James Foley, director de varios episodios del aclamado drama político de Netflix, House of Cards, haciéndose cargo de la dirección.
El control que la autora pretende tener sobre las adaptaciones de su novelas es tal que ha logrado que fijen a su esposo, Niall Leonard, para que redacte ambos guiones.
¿Quién dijo nepotismo?
