Sully

Por Julio Fernando Navas

Salvo la notable Vuelo 93 de Paul Greengrass, cintas de tragedias áreas no las hay muchas, pero narrativamente hablando ninguna es como el nuevo drama de Clint Eastwood inspirado en una increíble proeza real, Sully: hazaña en el Hudson, la cual además marca la primera colaboración del veterano realizador con Tom Hanks. La espera vale la pena.

Personalmente, todo lo que le ha precedido a Gran Torino viniendo de Eastwood me ha parecido frío, distante y hasta deslucido. A sus 86 años, suponer que el director sigue trabajando para mantenerse ocupado (a lo Woody Allen) no es una teoría descabellada, sobretodo por lo indiferente que se ha vuelto su cine, pero con Sully y gracias a la fantástica labor protagónica de Hanks, Eastwood ha logrado su película más sentida en años.

Cuando el avión del vuelo 1549 pierde sus dos turbinas justo después del despegue al impactar con una bandada de pájaros, el Capitán Chesney “Sully” Sulenberg (Hanks) tiene dos opciones: o lleva la aeronave a un aeropuerto cercano, lo cual parece improbable, o hace lo impensado y la aterriza sobre las aguas del Rio Hudson. Cuando Sully y su Primer Oficial, Jeff Skiles (Aaron Eckhart), llevan acabo la hazaña que salva la vida de los 150 pasajeros abordo, ambos son cuestionados por la Junta de Seguridad de Transportación Nacional, ya que están seguros que el avión sí pudo haber llegado a una pista de aterrizaje.

Sully

De entrada, si Sully nos remite a una película es a El vuelo de Robert Zemeckis. No sólo porque la una se estrenó pocos años después que la otra, sino porque ambas giran en torno a la introspección de figuras heroicas que salen de un infierno (el accidente) para pasar a otro (el circo mediático que le precede). Aunque para ser justos, es factible asumir que la cinta de Zemeckis se inspiró en la milagrosa maniobra del piloto interpretado aquí por Hanks, quien transforma su primera colaboración con Eastwood en un verdadero triunfo. Más allá de cualquier alteración física, Hanks da en el clavo evocando las mejores cualidades de Sully, tanto durante como después del percance que amenazó con destruir su ilustre carrera.

Lo que hace a Sully sobresalir de entre otras películas de catástrofes aéreas es que no es contada de forma lineal. En la redacción del guión, Todd Komarnicki evidentemente arrancó una pagina de La red social ya que los eventos son repasados (esto nos provee de la satisfacción de presenciar el increíble aterrizaje sobre el río una y otra vez) mientras Sully y Jeff (Aaron Eckhart convence y hace de una agradable compañía a Hanks) se preparan y recomponen para su audiencia frente a las autoridades que regulan las normas de seguridad aérea. Para cuando la película comienza, lo peor ya ha pasado.

Sully

Con una duración que apenas excede los noventa minutos, esta es la película más corta de la extensa filmografía de Eastwood. Si había una película suya que no debía pasarse de las dos horas era ésta. Como el guión acostumbra a regresar a la mañana del accidente, una cinta más larga hubiese sido agotadora, por no decir repetitiva.

Antes de Sully, sentir algo por una película de este Eastwood era complicado — la fotografía de Tom Stern, el colaborador de años del director sigue careciendo de vida —, pero para cuando llegan los créditos es difícil no sentirse tocado por la historia de un verdadero héroe. A diferencia del anterior estudio de heroísmo de Eastwood (El francotirador), Sully se siente como una celebración genuina.

8/10

Sully - Póster

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