Si el propio Peter Jackson fracasó en emular su soberbio trabajo en la realización de la trilogía de ‘The Lord of the Rings’ con ‘The Hobbit’, no es ninguna novedad que otras imitaciones fracasen en siquiera acercarse a la magnitud de la mencionada franquicia. Con un gran elenco y el realizador ruso Sergei Bodrov, director de dos cintas extranjeras nominadas al Oscar — ‘Prisoner of the Mountains’ y ‘Mongol’ —, la adaptación cinematográfica ‘Seventh Son’, basada en la novela ‘The Spook´s Apprentice’, publicada en el 2004 por su autor Joseph Delaney, es la conjunción de fuerzas actorales y técnicas en la realización de un fracaso mayor.
La factura de la película apunta a ser una ¨épica¨ aventura donde seguimos a un héroe descubriendo su verdadero destino. Pero si ya de por sí la historia del héroe no está bastante trillada, su intérprete, un deslucido Ben Barnes, no transmite ni una pizca de credibilidad y siempre se encuentra bajo la sombra del veterano Jeff Bridges. Robarle el protagonismo a alguien como Bridges no es fácil, pero la interpretación de Barnes está lejos de ser la de alguien que tiene un heroico destino por cumplir.
John Gregory (Bridges) ha mantenido al mundo por muchos años libre de brujas y criaturas mitológicas, pero cuando la malévola Malkin (Julianne Moore) escapa de su encierro durante la Luna Roja y acaba con uno de sus aprendices, Billy (Kit Harington), Gregory deberá encontrar a un nuevo aprendiz que siga sus pasos, y para hacerlo deberá hallar al séptimo hijo del séptimo hijo, quien tendría la fuerza de siete hombres, y ese hijo es Thomas Ward (Banes), quien abandona a su madre, Man (Olivia Williams), y a sus seis hermanos para ser sometido al entrenamiento de Gregory que lo prepare para confrontar a Malkin, la bruja más poderosa de todas.
Uno asumiría que al tratarse de una película cuyo estreno ha sido reprogramado tres veces algo anda mal, pero el limitado espectáculo que Seventh Son tiene para ofrecer logra camuflar cualquier problema que haya tenido durante su post-producción. Algunos de los efectos visuales están bien logrados, pero hay otros que realmente dejan mucho que desear, especialmente cuando la bruja de Moore, Malkin, adquiere otra forma.
Con todo el poderío que posee la película — actoral, especialmente — es desconcertante cómo no es posible verle futuro como una franquicia, pero al menos nunca llega al descaro de ‘Dragonball Evolution’ o ‘The Last Airbender’ al dar como un hecho la producción de una continuación, y sólo para que tengan una idea, Seventh Son es material de Oscar en comparación a las dos innombrables abominaciones que acabo de citar.
Más desconcertante aun, es que el británico Steven Kinght, director de una de las mejores películas del 2014, ‘Locke’, haya co-escrito el guión. La película sabe sacar provecho del encanto de Bridges, y podemos atribuir unas cuantas líneas efectivas al borrador de Knight, pero si tan solo Barnes le pusiera más vida a su interpretación, sería una historia en la que valiera la pena estar interesado. Nunca sabemos la razón por la cual Thomas es escogido por Gregory además de tener la fuerza de siete hombres por ser el séptimo hijo del séptimo hijo, pero para ser alguien con tanta fuerza es increíblemente inútil. No estamos ante una película donde el héroe descubre su fuerza — ya sea física o interna —, sino ante una donde el actor que lo interpreta nunca adopta tal posición. Afortunadamente, Bridges siempre está ahí para hacernos reír y sostener un protagonismo que realmente no le pertenece, pero ante un tibio actor, temeroso aquí, la interpretación de Bridges, cuyo lado cómico lo vimos en el clásico de culto de los Hermanos Coen, ‘The Big Lebowski’, adquiere gran realce.
El enfoque con el que Bodrov se aproxima a lo que a simple vista es un film con una enriquecedora historia mitológica es bastante limitado, por no decir que parece estar más enfocado imitando a Jackson con sus características tomas panorámicas acompañado del score de Marco Beltrami. De no ser por Bridges y Moore, siempre creíbles a pesar de lo ridículos y clicheados que son sus personajes, no me hubiese sorprendido que el estudio distribuidor de Seventh Son hubiese optado ignorar su estreno teatral y relegarla directo al formato de vídeo.