Lion, de Garth Davies.

4/5

“Estoy perdido”, reconoce Saroo Brierley (Dev Patel) en un momento de reflexión súbita, 18 años después de haberse separado accidentalmente de su familia en India. A 7000 kilómetros de distancia, en Australia, Saroo se propone la colosal tarea de encontrarla por medio del en ese entonces novedoso Google Earth. 

Inspirada en la increíble travesía de Saroo, la cual también fue registrada en una novela (A Long Way Home) publicada hace dos años, Un camino a casa del director Garth Davis (previo a su transición al cine dirigió episodios de Love my Way y Top of the Lake) es uno de los mejores dramas lacrimógenos que se han visto en algún tiempo.:

Un camino a casa sigue la vida de Saroo (Sunny Pawar) y su hermano mayor Guddu (Abhishek Bharate), quienes se dedican a robar carbón a trenes de carga para sobrevivir y sustentar el hogar que comparten junto a su pequeña hermana y su trabajadora madre, una recogedora de rocas. Una noche, Saroo se queda dormido en el interior de un tren y termina extraviándose en Calcuta, capital de Bengala Occidental. Deambulante e incapaz de hablar la lengua local, Saroo es acogido en un orfanato. Tres meses después es adoptado por Sue (Nicole Kidman) y David Brierley (David Wenham), una pareja australiana que acoge huérfanos. De adulto, Saroo, estudiante de administración de hoteles en Melbourne, decide finalmente emprender un largo viaje para encontrar a su familia biológica.

Superficialmente, Lion puede que sea un drama que busca la lagrima fácil (y vaya que es buena en eso), pero es un film cuya verdadera consigna es cuestionar el concepto que tenemos de pertenencia e identidad. Cuando Saroo, un hombre hecho y derecho, reconoce que sigue perdido a pesar de haberle dado un giro significativo a su vida, se siente como un golpe en la boca del estómago, y en buena medida se debe a la formidable presencia de Dev Patel en su mejor rol desde Quisiera ser millonario (Danny Boyle, 2008).

El libreto de Luke Davis cumple con creces relatando los pasajes más importantes de la vida de Saroo como un desaparecido en India y como un adulto ya casi realizado en Australia, pero donde se queda corto es en el trato (o no trato) a personajes secundarios que resultan bastante planos, como la novia del protagonista, Lucy (Rooney Mara), y su hermanastro adoptivo, Mantosh (Divian Ladwa), quien tiende a flagelarse.

En Un camino a casa no sólo atestiguamos el excelente trabajo de Patel haciendo que la angustia de Saroo por encontrar a su familia se sienta genuina, sino también la fantástica labor de Nicole Kidman como una madre que ansía formar un hogar.

A diferencia de la entrega actoral que se despliega en pantalla, puede que la intención de Un camino a casa por generar empatía no sea verdaderamente honesta (estos filmes de historias imposibles están diseñados para captar el ojo de la Academia), pero es admirable que todo por lo que la película arduamente trabaja entrega sus frutos. Cuando llega el final, seguramente Un camino a casa te tendrá en lágrimas.

https://www.youtube.com/watch?v=Vvy6KWlr4l4

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