Coup de chance fue la quincuagésima película dirigida por Woody Allen, y por la siempre cambiante naturaleza de la industria del cine, bien podría ser su última.

Coup de chance, la primera obra de Allen hablada en francés, fue distribuida en el país galo por Metropolitan Filmexport y por MPI Media Group en Estados Unidos, pero fuera de eso ha tenido un recorrido bastante limitada en las salas debido a la “cancelación” que atraviesa el director por una acusación de abuso sexual en su contra.

Durante una entrevista con Air Mail, el director manifestó su malestar por la forma en la que la industria ha cambiado – para mal – en las últimas décadas.

Metroplitan Filmexport.

No me importa si recibo distribución aquí o no“, confesó el realizador de 88 años (vía Indiewire). “Cuando acabo de hacer una película dejo de seguirle la pista. La distribución ya no es lo que solía ser. Ahora distribuir una película es que sea proyectada dos semanas en un cine, y eso es todo. A lo que me refiero es que Annie Hall estuvo en cartelera durante poco más de un año. Estaría en un cine por seis o siete meses, y luego otra cadena la exhibiría por otros meses más. Toda la industria ha cambiado, y no de una manera atractiva. Todo el romance de la realización de cine se ha ido“.

Aunque levantar fondos es una idea que poco le interesa, Allen estaría dispuesto a pararse nuevamente detrás de cámaras si algún inversionista toca a su puerta.

“Estoy dudando al respecto. No quiero salir y tener que recaudar dinero. Se me hace todo un dolor en el cuello”, agregó. “Pero si alguien me llama y me dice que quiere financiar la película, entonces en serio lo consideraría. Probablemente no tendría la voluntad de negarme porque tengo demasiadas ideas”.

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